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Si dabas tu dinero a las casas de apuestas y (por fin) te has dado cuenta de que no puedes ganarles en su propio juego.

Si empezaste a hacer apuestas hace tiempo y ahora crees que estás jugando más de lo que deberías... Lo que te voy a contar te va a sorprender.

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En contra de lo que muchos piensan,

la fuerza de voluntad no basta

para superar un problema de juego.

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¿Y porqué?

 

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Te voy a contar una pequeña historia para que quede más claro...

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Pablo vino a mi consulta en Valencia hace unos meses.

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Todo empezó un par de años antes.

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Pablo consiguió un trabajo nuevo, y le estaba yendo bastante bien.

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Estaba ganando un buen dinero.

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Mucho dinero, la verdad.

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Así que se emocionó y buscó formas de gastarlo.

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A Pablo y sus amigos les gustaba juntarse y hacer apuestas deportivas, o beber y terminar la noche en un bingo hasta las tantas de la noche.

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Durante un par de años, Pablo se lo pasó bien. A veces hasta ganaba dinero.

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La mayoría de las veces, esas noches de apuestas y cubatas le sentaban bastante mal a su cartera... pero a Pablo no le importaba.

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Hasta que, un domingo por la tarde, sintió puro pánico.

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Se dio cuenta de que tenía la cuenta del banco casi vacía.

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Se preguntaba cómo porras se le había ido tanto dinero, y en qué, si no salía tanto los fines de semana, venga ya...

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Y echando cuentas, lo vió.

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Desde hacía algunos meses, no solo estaba saliendo los fines de semana, sino muchos días entre semana.

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Y a veces le daba por apostar en casa, desde el móvil.

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No, no sólo a veces, en realidad, estaba haciéndolo casi todas las noches.

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Bueno, iba a parar y ya está.

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Pero ya había intentado parar tantas veces, y es que no podía, esa adrenalina que sentía cuando jugaba era imposible de ignorar.

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A partir de ahí, todo fue de mal en peor. Pablo siguió jugando, y empezó a pedir dinero prestado, a familiares, a amigos, a pedir adelantos en el trabajo... y sólo generaba deudas.

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Llegó a tener una deuda enorme... un pastizal, te lo digo.

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Pablo se sentía desesperado, sabía que tenía un problema, y no sabía qué hacer para salir.

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Se acordó de una tarjeta que le habían dado hacía tiempo y que se había guardado en la cartera. 

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Era la mía.

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Se puso en contacto conmigo y le di cita para unos días después.

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Después de semanas y meses de trabajo en terapia, Pablo recuperó el control sobre su vida.

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La mera fuerza de voluntad no era suficiente para mantener bajo control sus ganas de jugar. Además, la adicción al juego no funciona igual que la adicción a alcohol o cocaína.

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Pero en terapia fuimos trabajando otras cosas mucho más importantes...

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Y poco a poco, Pablo fue recuperando su libertad.

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Al final eso era lo más importante. Ni frases motivacionales, ni sonrisas en las redes sociales, ni "celebraciones" vacías en la barra de algún bar. Pablo trabajó en terapia cosas mucho más esenciales.

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Y una persona que es capaz de reconocer que tiene un problema, y comprenderlo... ha dado ya el primer paso hacia la libertad.

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Porque una persona que hace algo que sabe que es malo para ella... no es libre, ni mucho menos. Esa persona se encuentra atrapada.

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Y muchísimas personas aprenden a ser libres, trabajando en terapia.

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Y no, superar una adicción o un problema de ludopatía no es fácil. Seguro que has oído alguna vez algo así como "si eso lo hacen porque quieren, los viciosos" o "sólo hay que echarle fuerza de voluntad".

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De nuevo, no se trata de eso. Para salir de esto, se necesita una cierta mentalidad, y no, no tiene nada que ver con la fuerza de voluntad.

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Te voy a decir qué es lo que más oigo en mi consulta, frases que es posible que te suenen de algo, todas ellas de personas a las que pude ayudar. Sus frases te las resalto en negrita:

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*  Siento que mi pareja o cualquiera de mis amigos son más capaces que yo. Es bastante probable que necesites muy pocas sesiones para empezar a ver que esto es una idiotez. Solo te puedo adelantar una cosa, un idiota no se plantea las cosas que tú te estás planteando.

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*  Me da mucho miedo perder el control y tener una recaída. Ojalá fuese de otra manera, pero las recaídas son parte del proceso. Cada vez que tengas una recaída, nos saltaremos toda esa parte de la culpabilidad y del autocastigo (que no sirve para nada),  y trabajaremos en formas de evitar esa recaída la próxima vez.

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*  La he cagado y toda mi familia sufre por las cosas que he hecho. No soy juez, pero seguro que algo de responsabilidad tienes en tus acciones. Entiendo que te sientas mal por todas las cosas que hayan pasado, pero no nos vamos a sentar para que te repita que tú no tienes la culpa de nada. Eso ya lo habrás oído mucho.

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*  No voy a salir nunca de esto, voy a ser un adicto toda mi vida. Todos podemos desarrollar una adicción. Al menos tú has dado un paso importante, y ya estás trabajando en las soluciones.

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*  He mentido mucho en casa, y no me van a perdonar jamás. No conozco a una sola persona de terapia que no haya pensado eso alguna vez, en algún momento. No sé si en casa te van a perdonar alguna vez, pero sí puedo ayudarte a a ti perdonarte a ti mismo.

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*  Siento que no disfruto ya de nada que no sea apostar. No te pasa solo a ti, es algo muy común que la adicción hace a las personas... La buena noticia es que tiene solución, y con la terapia volverás a disfrutar de tu vida igual que antes de que apostases. Confía en mí, trabajo con esto todos los días.

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*  Me he endeudado muchísimo, me da angustia solo de pensarlo. No te voy a mentir, el dinero no trae la felicidad, pero es verdad que hace las cosas más fáciles (o más difíciles, depende del ángulo). Pero aunque tardes un tiempo en resolver las deudas que tengas, no hay razón para que no puedas disfrutar de la vida mientras tanto.

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*  Prefiero quedarme en casa en vez de salir a divertirme, porque tengo pánico de volver a jugar. Muchas veces pensamos que nos tenemos que prohibir cosas y encerrarnos en casa, pero en terapia trabajaremos todas las alternativas posibles (igual te sorprendes).

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Por cierto, las sesiones de terapia son semanales o cada dos semanas.

No doy más de una cita a la semana, ni tampoco (salvo fuerza mayor) suelo admitir sesiones con más de tres semanas de separación. Haciendo ésto, se gana en ritmo, y también en calidad del proceso terapéutico.

¿Cuánto duran las sesiones de terapia?

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Las sesiones suelen durar hasta 50 minutos. Nunca más de una hora. Sea cual sea el tema. Yo también necesito despejarme e ir al baño antes de la sesión siguiente. Y tú también, imagino.

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¿En qué días y horarios puedo tener sesiones de terapia?

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Abro la consulta de lunes a viernes. Por las mañanas de 9:00 a 14:00, y por las tardes de 16:00 a 21:00. No, no hago sesiones los fines de semana, ni tampoco hago sesiones fuera del horario que acabas de leer. No hago excepciones en ésto.

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¿Cada cuánto serán las sesiones?

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Recomiendo una sesión semanal, o cada dos semanas. Seremos flexibles cuando haya causas de fuerza mayor. Pero las sesiones han de ocurrir con cierta regularidad. Por experiencia, los psicólogos sabemos que si las sesiones se van espaciando demasiado, la persona va posponiendo las cosas... hasta que la terapia deja de funcionar y la persona solo tira su dinero.

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Esto no es el colegio. A terapia vas porque lo has decidido, y has decidido hacerlo importante.

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Doy por sentado que eso lo tienes claro. Somos adultos.

 

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Y si no estás dispuesto a dedicar una hora semanal a ti mismo, es mejor que no empieces. Esto es así.

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¿Cuántas sesiones de terapia necesito?

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No lo sé. 

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La terapia dura lo que necesite durar. Hay cosas que se trabajan muy bien en menos de 10 sesiones, hay cosas que se alargan mucho más. Y a veces, eso es lo que conlleva hacer un buen trabajo.

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Si la terapia es para mí, yo prefiero un trabajo bien hecho. Las prisas no son buenas.

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Eso sí, la terapia se adapta a tu ritmo. La terapia necesita terminar cuando la persona ya ha efectuado cambios duraderos en su vida, de forma que el problema que la trajo a terapia ya no se da (o al menos no con tanta frecuencia o intensidad).

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Y soy psicólogo, no mago. No esperes resultados inmediatos ni "pautas mágicas" que den un vuelco a tu vida en la primera sesión.

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Para que la terapia funcione, necesitas poner paciencia y dedicación. Eso lo sabes. Si vienes a terapia sin tener eso claro, solo te llevarás frustración y tirar tu dinero y tu tiempo.

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¿Qué se hace exactamente durante las sesiones?

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A grandes rasgos, hablamos. Siempre empezaré las sesiones preguntándote "¿cómo estás?" y juntos iremos repasando los eventos principales desde la anterior sesión, desmenuzándolos en cuanto a emociones, pensamientos y acciones.

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Te ayudaré a dar orden y sentido a lo que esté pasando, te señalaré distorsiones de pensamiento, creencias tóxicas, te ayudaré a encontrar encuadres nuevos, y sobre todo, a buscar soluciones, nuevas formas de actuar en determinadas situaciones.

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Te pongo un ejemplo que lo va a dejar muy claro.

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Resumiéndolo mucho, yo entiendo la terapia como el espacio en el que identificamos las cosas que no funcionan y las minimizamos o eliminamos (en la medida de lo posible), y cogemos las cosas que sí funcionan y las expandimos.

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¿Qué enfoque de terapia utilizas? 

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Estoy formado en terapia cognitivo-conductual, terapia Gestalt y técnicas de coaching. Aparte, he estudiando muchos otros enfoques y técnicas más, pero esos son los principales y más amplios.

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En función de la persona que tengo delante y del caso, voy aplicando diferentes técnicas de las varias cajas de herramientas de que dispongo.

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Pocos psicólogos tienen formación tan variada como la mía. Y eso se nota en los resultados.

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Hay martillos muy muy buenos, pero ciertamente no sirven para sacar tornillos, ¿verdad?

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Esto es algo que mis clientes agradecen mucho, que tenga una formación amplia y un estilo muy flexible, adaptado a las necesidades del proceso terapéutico. De esta manera, la terapia se hace muy fresca y dinámica.

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Y funciona, claro.

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¿Te puedo contactar fuera de las sesiones de terapia?

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Claro. Normalmente, eso lo acordaremos en persona. En principio, en caso de alguna crisis o evento mayor, puedes ponerte en contacto conmigo.

 

 

Por supuesto, no esperes que siempre te conteste al momento, si me llamas entre semana, probablemente estaré en terapia con otras personas. Siempre te contestaré lo antes posible.

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¿Es una buena inversión? 

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Si quieres hacer cambios efectivos en tu vida, sin gurús ni acumular de libros de autoayuda en tu casa, y de forma que puedas aplicar las herramientas aprendidas, igual hoy que dentro de 10 años, sí, la terapia es la mejor forma de hacerlo.

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Nadie mejor que tú para saber si la terapia vale la pena.

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Tú eliges.

Muchas personas sensatas, antes de poner su dinero y tiempo en juego, prefieren ver una demostración

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Y me parece genial. A mí también me gusta ver demostraciones.

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IMPORTANTE 


Nunca pido testimonios. Todos los que recibo sobre mi trabajo, son espontáneos, no solicitados y sin ningún tipo de interés comercial o personal de la persona que los deja. Aquí una muestra de algunos de ellos. Personas de diferentes perfiles. 

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* No te fíes de la prueba social. De la mía tampoco, por supuesto.  

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Te ayuda a comprender el problema y tratarlo con soluciones practicas.
Yo nunca pensé que llegaría a necesitarlo y realmente es un buen apoyo cuando hace falta!

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Muy contento con esta primera visita, un trato muy cercano y consigue que te sientas escuchado y comprendido. Con ganas de seguir trabajando y mejorando.

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Muy agradable la primera cita. Es un buen profesional, con mucha empatía y con mucha predisposición para escucharte y ayudarte. Lo recomiendo 100%

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Estoy muy contento con el trato de Luis Miguel y su trabajo. Es muy cercano y sientes que le puedes contar todo lo que necesitas. Además comparte reflexiones y artículos muy interesantes en su newsletter. Lo recomiendo mucho!

 

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Gran profesional y mejor persona.Me ha ayudado a encontrarme a mi mismo otra vez y superar un gran bache.Gracias.Totalmente recomendado.

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Muy buen trato, y te dice las cosas claras. Si te quieres engañar a ti mismo, no vengas. Gracias a Luismi he empezado a ver mi vida de otra manera, y vivo con mucha menos ansiedad. 100% recomendado

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Bellísima persona e increíble profesional. Me ayudó a superar mi problema con el alcohol y a convertirme en una mejor persona. Ahora vivo mucho más feliz gracias a él. Confía en él, vale la pena.

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Absoluto éxito. El mejor psicólogo que he visitado hasta ahora. Su experiencia y formación aseguran el mejor tratamiento profesional. Excelente psicólogo. Gracias por todo.

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Luismi es todo un experto en adicciones, y utiliza con maestría su formación y experiencia. Además tiene un toque mucho más humano que en las UCAs y otros centros de psicología más tradicional. Un gran profesional

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Excelente, muy energético y comprometido. Es muy cálido y sabe bien cuándo es necesario dar caña para ayudarte a coger las riendas de tu vida. Me siento fenomenal desde que trabajé con él

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Muy buen psicoterapeuta. Joven y con los pies en la tierra, además de tener un estilo terapéutico muy fresco y único. Estoy muy feliz de haber acudido a él.

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Luismi es un psicólogo muy intuitivo, y sobretodo muy profesional. Usa su conocimiento, sus emociones y su sentido común y siempre pone a la persona y sus necesidades primero. Te va a tratar como a un ser humano, totalmente.

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Un psicólogo joven con un estilo muy fresco. Te sientas y te trata como a un ser humano. No pone una mesa de por medio ni te empieza a dar tests como si fueses una rata, como hacen otros "psicólogos". Luismi tiene dos dedos de frente y pone todo su corazón en las sesiones de terapia. Ojalá hubiese más gente así en este mundillo. Ha sido maravilloso trabajar con él mis temas

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Muy buen saber estar, y se vuelca mucho por las personas. Transmite mucha confianza, y se nota que sabe lo que hace. Muy buena experiencia. Me siento fenomenal después de haber trabajado con él un tiempo

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Trato amable y cercano para una primera toma de contacto más que positiva. Me he sentido muy cómodo exponiendo mi situación y aunque es pronto para valorar ya que es mi primera visita creo que puede servirme de gran ayuda. Muchas gracias

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Confié en Luismi para ayudarme y no me arrepiento. Acudir a él fue una de mis decisiones más importantes de los últimos años. Él ha estado ahí para apoyarme en todo el proceso. Un gran psicólogo.

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Luismi es un grandísimo profesional. Con sobrada experiencia, y el trato más humano que he recibido hasta ahora de un psicólogo. Totalmente recomendado.

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