Todos nos sentimos tristes de vez en cuando, es lo que tiene estar vivos.
Es lo que hay.
Pero a veces es algo más que tristeza.
Sentirse tristes no tiene nada de malo en sí mismo, como tampoco tener miedo, o enfadarnos cuando algo nos importa. Es una parte más de la experiencia humana.
El problema viene cuando esa tristeza empieza a afectar a otros ámbitos de nuestra vida, y nos impide hacer ciertas cosas o vivir nuestra vida.
Eso sí que es un problema.
Es un problema con una solución muy clara.
Yo cuando se me fastidia el ordenador, pregunto a un informático. Cuando tenemos problemas a nivel personal, necesitamos a un psicólogo
(pero tranquil, yo no le doy al botón de Reiniciar).
Puedes ver qué horas me quedan libres y reservar tu sesión haciendo click aquí abajo o escribiéndome a info@luismiguelreal.es:
Entendamos la psicoterapia como un espacio de resolución de problemas.
Igual hablamos de tus padres, pero solo lo estrictamente necesario, si es relevante para el caso. A Freud hace ya muchos años que los psicólogos no le hacemos caso.
En terapia nos dedicaremos a ir al grano.
Te pongo aquí algunas frases de personas que han trabajado conmigo (en negrita), igual te identificas:
* Abro los ojos y me siento triste, sin energía, me cuesta muchísimo salir de la cama y empezar a moverme. Eso es durísimo, y probablemente esa sensación se mantiene latente el resto del día. En terapia trabajaremos cómo gestionar eso y darle otra vuelta a nuestras mañanas.
* Pienso constantemente que nada que yo haga vale la pena, siempre pensando ¿para qué?. A veces no le vemos el sentido o el propósito a lo que hacemos, es verdad. Es esencial que trabajemos el dar un sentido nuevo a las cosas, que sea importante para nosotros.
* No tengo nada de motivación, cero ganas de hacer nada, y así todo el día. Ya no sé qué hacer. Muchas personas piensan que necesitamos sentirnos motivados y energéticos constantemente para ser capaces de hacer las cosas. Para nada. En terapia trabajaremos cómo ponerte a hacer cosas, aunque no siempre sientas la fuerza de Superman.
* Siento que no he hecho más que fracasar, y que mi vida ahora mismo es una absoluta mierda. No te voy a decir que "ánimo" o que "va, que todo lo haces muy bien", porque probablemente ya te lo han dicho, y no te ha hecho sentir mucho mejor. Todos cometemos errores, lo importante es identificar qué hemos hecho mal y buscar una solución. Sin seguir machacándonos.
* No paro de pensar en todos los errores que he cometido. Siento que todo es culpa mía. ¿Tienes superpoderes? Porque sino, creo que difícilmente ibas a tener control sobre todo lo que pasa a tu alrededor. No, no todo es culpa tuya. En terapia te ayudaré a salir de esos bucles de pensamiento.
* A veces pienso que nadie me quiere, y una parte de mí me dice que en el fondo tengo razón. Es posible que no todo el mundo te quiera (eso quisiera yo), y también es posible que no todo el mundo te odie. Muchas veces es una cuestión de perspectiva. En cualquier caso, trabajaremos en cómo puedes construir mejores relaciones, y dar todo ese cariño que tantas ganas tienes de dar.
* No sé ya qué esperar de la vida. A veces me dan ganas de rendirme. Todos nos hemos sentido así alguna vez. Es natural sentir decepción al ver que nuestras expectativas no se han cumplido. Haremos ajustes, y avanzaremos. Paso a paso. Créeme, esto sí que tiene solución.
Es posible que te hayas visto en alguna o varias de estas frases. Si es así, reserva cita para terapia haciendo click aquí abajo:
Preguntas frecuentes
¿Cuánto duran las sesiones de terapia?
Las sesiones suelen durar hasta 50 minutos. Nunca más de una hora. Sea cual sea el tema. Yo también necesito despejarme e ir al baño antes de la sesión siguiente. Y tú también, imagino.
¿En qué días y horarios puedo tener sesiones de terapia?
Doy sesiones de terapia de lunes a viernes. Por las mañanas de 9:00 a 14:00, y por las tardes de 16:00 a 21:00. No, no hago sesiones los fines de semana, ni tampoco hago sesiones fuera del horario que acabas de leer. No hago excepciones en ésto.
¿Cada cuánto serán las sesiones?
Recomiendo una sesión semanal, o cada dos semanas. Seremos flexibles cuando haya causas de fuerza mayor. Pero las sesiones han de ocurrir con cierta regularidad. Por experiencia, los psicólogos sabemos que si las sesiones se van espaciando demasiado, la persona va posponiendo las cosas... hasta que la terapia deja de funcionar y la persona solo tira su dinero.
Esto no es el colegio. A terapia vas porque lo has decidido, y has decidido hacerlo importante.
Doy por sentado que eso lo tienes claro. Somos adultos.
Y si no estás dispuesto a dedicar una hora semanal a ti mismo, es mejor que no empieces. Esto es así.
¿Cuántas sesiones de terapia necesito?
No lo sé.
La terapia dura lo que necesite durar. Hay cosas que se trabajan muy bien en menos de 10 sesiones, hay cosas que se alargan mucho más. Y a veces, eso es lo que conlleva hacer un buen trabajo.
Si la terapia es para mí, yo prefiero un trabajo bien hecho. Las prisas no son buenas.
Eso sí, la terapia se adapta a tu ritmo. La terapia necesita terminar cuando la persona ya ha efectuado cambios duraderos en su vida, de forma que el problema que la trajo a terapia ya no se da (o al menos no con tanta frecuencia o intensidad).
Y soy psicólogo, no mago. No esperes resultados inmediatos ni "pautas mágicas" que den un vuelco a tu vida en la primera sesión.
Para que la terapia funcione, necesitas poner paciencia y dedicación. Eso lo sabes. Si vienes a terapia sin tener eso claro, solo te llevarás frustración y tirar tu dinero y tu tiempo.
¿Qué se hace exactamente durante las sesiones?
A grandes rasgos, hablamos. Siempre empezaré las sesiones preguntándote "¿cómo estás?" y juntos iremos repasando los eventos principales desde la anterior sesión, desmenuzándolos en cuanto a emociones, pensamientos y acciones.
Te ayudaré a dar orden y sentido a lo que esté pasando, te señalaré distorsiones de pensamiento, creencias tóxicas, te ayudaré a encontrar encuadres nuevos, y sobre todo, a buscar soluciones, nuevas formas de actuar en determinadas situaciones.
Te pongo un ejemplo que lo va a dejar muy claro.
Resumiéndolo mucho, yo entiendo la terapia como el espacio en el que identificamos las cosas que no funcionan y las minimizamos o eliminamos (en la medida de lo posible), y cogemos las cosas que sí funcionan y las expandimos.
¿Qué enfoque de terapia utilizas?
Estoy formado en terapia cognitivo-conductual, terapia Gestalt y técnicas de coaching. Aparte, he estudiando muchos otros enfoques y técnicas más, pero esos son los principales y más amplios.
En función de la persona que tengo delante y del caso, voy aplicando diferentes técnicas de las varias cajas de herramientas de que dispongo.
Pocos psicólogos tienen formación tan variada como la mía. Y eso se nota en los resultados.
Hay martillos muy muy buenos, pero ciertamente no sirven para sacar tornillos, ¿verdad?
Esto es algo que mis clientes agradecen mucho, que tenga una formación amplia y un estilo muy flexible, adaptado a las necesidades del proceso terapéutico. De esta manera, la terapia se hace muy fresca y dinámica.
Y funciona, claro.
¿Te puedo contactar fuera de las sesiones de terapia?
Claro. Normalmente, eso lo acordaremos en persona. En principio, en caso de alguna crisis o evento mayor, puedes ponerte en contacto conmigo. Por supuesto, no esperes que siempre te conteste al momento, si me llamas entre semana, probablemente estaré en terapia con otras personas. Siempre te contestaré lo antes posible.
¿Es una buena inversión?
Si quieres hacer cambios efectivos en tu vida, sin gurús ni acumular de libros de autoayuda en tu casa, y de forma que puedas aplicar las herramientas aprendidas, igual hoy que dentro de 10 años, sí, la terapia es la mejor forma de hacerlo.
Nadie mejor que tú para saber si la terapia vale la pena.
Tú eliges.
Muchas personas inteligentes, antes de poner su dinero y tiempo en juego, prefieren ver una demostración
Y me parece genial. A mí también me gusta ver demostraciones.
IMPORTANTE
Nunca pido testimonios. Todos los que recibo sobre mi trabajo, son espontáneos, no solicitados y sin ningún tipo de interés comercial o personal de la persona que los deja. Aquí una muestra de algunos de ellos. Personas de diferentes perfiles.
* No te fíes de la prueba social. De la mía tampoco, por supuesto.