top of page

Mi forma de trabajar

La terapia es un proceso recomendable para cualquier persona. Un buen psicoterapeuta crea un contexto en que la persona puede crecer de manera segura. La confidencialidad de todo lo hablado en las sesiones es un elemento clave del encuadre terapéutico. 

Desde ese espacio de encuentro, el terapeuta ayuda a la persona a identificar cuales son los elementos en su vida que necesitan atención, para encontrar el bienestar emocional que la persona busca.

 

Mi enfoque no se limita solamente a los trastornos psicológicos, pongo atención en la persona y en su crecimiento. Mi objetivo es acompañar a la persona en un proceso hacia la satisfacción vital y el bienestar emocional.

Un elemento imprescindible en el encuadre de la terapia es el compromiso de la persona para consigo misma y su proceso personal. La terapia no puede avanzar sin que las personas tomen responsabilidad sobre lo que está pasando en sus vidas, cual es su parte en ello, y qué es lo que pueden hacer desde su posición para cambiar las cosas.

 

No creo en las pastillas mágicas que solucionan nuestros problemas por arte de magia; yo creo en las personas que eligen coger las riendas de sus vidas. Sólo continúo la terapia con las personas que están 100% comprometidas con su proceso terapéutico.

Mi enfoque en terapia es integral. Acompaño a las personas en su proceso de autodescubrimiento, identificando las emociones, pensamientos y conductas que impiden a las personas desarrollar bienestar, y juntos creamos un plan para trabajar con esos elementos que no están funcionando.

 

Para ello, utilizo técnicas de la terapia Gestalt, de la terapia cognitivo-conductual y del coaching, según las necesidades del proceso terapéutico de cada paciente.

Las primeras sesiones del proceso terapéutico las dedicamos a recopilar información sobre la persona, el motivo de consulta y los diferentes elementos de su vida. Esta información da al terapeuta una visión global de la persona, para así elegir las herramientas y técnicas más adecuadas para el caso, y así diseñar el tratamiento, adaptado a la persona. Después habrá una serie de sesiones para evaluar los resultados de la intervención, y hacer cambios en función de éstos. Por último, hay una fase de seguimiento. 

bottom of page